Lo pagamos sin apenas reparar en él pero supone una importante parte del precio. El IVA está presente en casi todos los productos que compramos y los servicios que contratamos y la compra de una moto no es una excepción. Sin embargo, sólo si la moto es nueva pagarás IVA.
El IVA es el Impuesto sobre el Valor Añadido y desde un punto de vista técnico grava el consumo. La Agencia Tributaria lo define como «un tributo de naturaleza indirecta que recae sobre el consumo y grava: las entregas de bienes y prestaciones de servicios efectuadas por empresarios y profesionales, las adquisiciones intra-comunitarias y las importaciones de bienes». Para que lo entiendas mejor, el IVA es un impuesto indirecto que sirve para que los Estados ingresen cada vez que se produce o se compra algo.
El IVA se aplica a la mayoría de productos y servicios en España y la UE, salvo excepciones como los seguros, aunque no todos los productos pagan el mismo tipo de IVA. El porcentaje a pagar dependerá del tipo de producto, si se trata o no de un bien de primera necesidad o si forma parte de una industria que el Gobierno quiere incentivar en ese momento. En la actualidad existen tres tipos de IVA
- IVA General (21%). Es el que se aplica a todos los productos ‘por defecto’
- IVA Reducido (10%). Se aplica a una lista cerrada de productos entre los que figuran algunas reformas en el hogar, el transporte o la hostería, entre otros
- IVA Superreducido (4%). Está limitado a los productos de primera necesidad
El IVA en las motos
La compra de una moto nueva sí lleva IVA y desde Hacienda resumen el tipo que se debe aplicar no sólo a las motos sino a cualquier vehículo, según figura en el siguiente cuadro.
En el caso concreto del IVA en las motos y ciclomotores, éste será del 21% con carácter general salvo que se pueda acreditar que está destinada a personas con movilidad reducida o si se trata de una moto que viene con nosotros desde el extranjero, en cuyo caso habría que pagar de todas formas el impuesto de matriculación.
Las motos de segunda mano
Como norma general IVA no se aplicará al comprar una moto de segunda mano. En este caso habrá que pagar otra serie de impuestos y tasas y el que sustituye al IVA es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, que es mucho más bajo que el del valor añadido y depende de cada comunidad autónoma.
¿Y si la compra en un concesionario?
Como muchas normas generales, existen excepciones. Una moto de segunda mano puede llevar IVA si se dan determinadas circunstancias como que la operación no se realice entre particulares, es decir, que compres el vehículo en un concesionario o una empresa especializada en este tipo de operaciones. En estos casos la empresa puede acogerse a lo que se conoce como Régimen Especial de Bienes Usados o REBU.
Existen dos situaciones que pueden darse. En la primera, cuando la moto de segunda mano siempre ha estado registrada a nombre de una empresa o de un autónomo conservaría siempre su IVA desgravable y será este el impuesto que pagues. En la factura verás como aparece claramente un «IVA incluido» y desglosado.
En el caso de que la moto de ocasión haya estado registrada a nombre de un particular se aplicará el REBU. Esto quiere decir que se aplicará el REBU y que e la factura figurará el importe total de la moto, sin IVA desglosado y quien la adquiera no podrá deducir ese IVA:
Cómo funciona el IVA
Ahora que ya sabes qué IVA pagarás por tu motocicleta nueva, quizás te interese saber un poco más sobre el funcionamiento de este tributo para entenderlo mejor. Te lo contamos en muy pocas líneas.
El IVA es un impuesto indirecto que se aplica sobre casi todos los productos y que recae sobre el consumidor final. A lo largo de la cadena de producción de un producto, por ejemplo, una moto, cada empresa y profesional que participa incluye un IVA por los servicios que presta y al mismo tiempo se resta un IVA por los que tiene que pagar. Así, por ejemplo, la empresa encargada de los sistemas de amortiguación, envía a la fábrica sus amortiguadores con un 21% de IVA que la fábrica paga y ésta incluye en el precio final de la moto un 21% de IVA que pagarás al comprar tu máquina. Después, la fábrica hará cálculos y al IVA que ha ingresado por vender la moto podrá restar el que ha pagado por los elementos que ha necesitado para construirla. Cada tres meses, la empresa restará al IVA que ha cobrado el IVA que ha pagado y pagará la diferencia a Hacienda.
Y es que en cuestiones de IVA, las empresas actúan como recaudadores del impuesto, que siempre paga el último en la cadena, quien se queda con el producto.