Calentar la moto en invierno

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Ya sabemos que con el frío el moto de la moto sufre, más aún si duerme en la calle. Por eso, aprender a calentar la moto en invierno es importante para evitar que no te arranque cuando vayas a buscarla por la mañana. Sin embargo, no todo el mundo sabe cómo hacerlo correctamente. En este artículo, te contamos cómo debes calentar correctamente la moto en invierno.

Calentar la moto en invierno

Lo primero es preguntarse si realmente es necesario calentar la moto en invierno. En general, diríamos que sí, pero con matices.

1. ¿Qué temperatura hace?

Lo primero es saber a qué temperatura ambiente está el motor. Obviamente, no es lo mismo que la moto duerma en garaje a que lo haga en la calle. En el caso de hacerlo en la calle, hay noches de invierno de 10 bajo cero y otras de 5 a 10 grados, dependiendo de cada invierno, el lugar etc. Y, claro, no todo es lo mismo.

Los motores de las motos están diseñados para funcionar en un rango de temperaturas. Cuando la temperatura es muy baja, el motor tarda más tiempo en alcanzar dicha temperatura. Por eso, en estos casos probablemente debas calentar la moto en invierno.

2.Precalienta pero no fuerces

Si el motor ha pasado la noche a la intemperie y está muy frío, la gasolina no se vaporiza de forma normal para que se produzca la combustión. Al encender el motor y empezar a darle gas, el motor recibirá una cantidad de gasolina mayor para compensar la gasolina que no se ha vaporizado.

Nunca fuerces el motor, no cojas la moto y conduzcas y aceleres de manera agresiva nada más encenderlo. Podrías provocar daños en las piezas internas del motor por exceso de presión. Esto es uno de los errores más habituales sobre arranque y calentamiento de la moto en invierno.

3. No uses mucho el ralentí, conduce suavemente

Muchas veces encendemos un motor frío y lo dejamos al ralentí durante varios minutos. No es una buena forma de arrancar la moto en invierno. Déjalo unos segundos o uno o dos minutos en ralentí y empieza a circular suavemente. Evita acelerones y vete elevando poco a poco las revoluciones. Conseguirás que el motor se caliente más rápidamente y que la presión del aceite aumente, distribuyéndose de manera homogénea por todo el motor.

4. Si no funciona, llama al seguro

Si has seguido todos los pasos y no consigues arrancar la moto en invierno, es posible que se haya dañado la batería o el propio motor. En ese caso, lo mejor es llamar al seguro de la moto y pedirle que te envíen el servicio de asistencia y, en su caso, una grúa para llevarla al taller.

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