Si hay algo que todo motero tiene claro es las ventajas de usar moto, sobre todo en la gran ciudad. Con la moto no hay atascos, ahorras en gasolina y además contribuyes a mejorar el medio ambiente. Sólo hay un pequeño ‘pero’: no siempre vas a poder cogerla.
Hay ocasiones en las que ir en moto no va a ser la mejor solución de movilidad y otras en las que, directamente no vas a poder cogerla. ¿No se te ocurre ninguna? Estos son cinco ejemplos muy concretos en los que tendrás que aparcar al motero que llevas dentro.
- Tienes que ir de compras y sabes que vas a terminar con varias bolsas y paquetes grandes. Tanto si es al salir del trabajo como durante tu tiempo libre, la moto no es el mejor vehículo para transportar bolsas, sobre todo si pesan y de gran tamaño.
- Tienes una reunión y vas a necesitar llevar tu propio equipo. Un caso similar al anterior en el que la moto puede que no sea el vehículo más cómodo si vas a viajar con el portátil, carpetas o un proyector.
- Tienes que recoger a alguien que sabes que no es amigo de las motos. ¿Irías a por tu suegra en moto? Posiblemente no, ella preferirá el coche y tú evitar problemas.
- Tienes que ir a una reunión con un compañero al que tampoco le gustan las motos.
- Hay más de un motero que dejará su moto en casa si llueve por seguridad. Además, si tienes una reunión y está lloviendo, lo mejor es que no vayas en moto si no quieres llegar mojado.
¿Qué hacer en estos casos? Buscar otro medio de transporte, lógicamente. ¿Pero cuál? La primera solución suele ser coger el coche. Sin embargo, no tiene por qué ser la mejor, sobre todo cuando te desplazas al centro con sus problemas de aparcamiento o tienes que ir a la oficina con el consiguiente atasco. El transporte público es otra alternativa a la moto, pero si te desplazas en moto será porque es más rápido y no quieres perder una hora en metro, tren o autobús. Además, no te serviría para ir a recoger a nadie, sino más bien para irle a buscar.
En los últimos años ha surgido una opción más: el carsharing. Car2Go, Emov o Zity ofrecen este servicio de alquiler de coche por minutos que puede resolverte la papeleta en estos casos. El funcionamiento de estas plataformas se hace todo desde móvil y es muy sencillo: sólo tienes que darte de alta en la aplicación, buscar un coche libre cerca de ti, reservarlo, ir a tu destino y aparcarlo.
Las ventajas del carsharing este sistema son claras: no necesitas tener coche para poder desplazarte por el centro de la ciudad. Si tienes una reunión puedes ir al trabajo en moto y después coger un coche eléctrico de alquiler por minutos. Así no perderás tiempo al volver a casa ni tendrás que buscar dónde aparcar cerca de la oficina.
El carsharing también tiene tres desventajas que debes conocer:
La disponibilidad
El número de vehículos crece cada año, pero sigue siendo limitad. Es posible que no siempre encuentres un coche cuando lo necesitas. La mejor manera de asegurarte de tener vehículo es planificar con tiempo y darte de alta en más de una plataforma de carsharing.
El Radio de acción
Es lo que las plataformas denominan zona de influencia y se refiere a la zona en la que puedes aparcar el coche sin tenerlo alquilado. La mayoría de empresas se limitan a la zona centro de la ciudad. Aquí puedes ver hasta dónde llega cada compañía de carsharing.
El seguro de los coches de carsharing.
Todos los vehículos de carsharing necesitan un seguro para poder circular, pero no todos te cubren por igual ni te cubren como lo hace un seguro de coche al uso. Este tipo de seguros cubre la responsabilidad civil obligatoria, pero si el coche sufre daños y eres tú el culpable, te tocará pagar una franquicia de hasta 500 euros en la mayoría de los casos. Lo mismo sucede si le das un golpe al coche u ocasionas cualquier otro desperfecto. Puedes cubrirte ante estas reclamaciones por tan solo 45 euros al año con el seguro de carsharing de urbanpoliza.com.
Foto por Elvert Barnes on Foter.com / CC BY-SA
