Las motos eléctricas son silenciosas (en general, todos los vehículos eléctricos lo son). Sus motores no hacen ningún ruido, lo que nos puede parecer positivo. Sin embargo, también es algo negativo porque pueden ser incluso peligrosas precisamente por esa falta de ruido. Más allá de que algunos motoristas prefieren que su moto no haga ningún ruido y otros prefieren el ruido de toda la vida (o cuanto más ruido, incluso mejor), lo cierto es que hay abierto un debate sobre la peligrosidad de los vehículos eléctricos precisamente por su silencio. En este artículo, te lo explicamos.
Motos eléctricas son silenciosas
Para la mayoría de los motoristas clásicos el sonido del tubo de escape no es un ruido, sino un verdadero placer. El rugido de la moto, la sensación de velocidad…
Para otro motoristas, sobre todo urbanos y usuarios de scooters, quizá ese ruido ya no es tan placentero y prefieren motores más silenciosos o que no hagan ningún ruido, como es el caso de las motos eléctricas, que ya sabemos que son totalmente silenciosas.
Lo que no podemos poner en duda es que el sonido del motor en un vehículo, más aún en una moto, un elemento más de seguridad. ¿Por qué? Muy fácil, las motos, por lo general, son casi invisibles al tráfico, sufren los puntos muertos en los espejos retrovisores de los coches y la falta de empatía de algunos conductores de vehículos más grandes.
Ir en moto, especialmente en ciudad, se convierte muchas veces en una aventura no tan agradable. El poco volumen que ocupa una moto sobre el asfalto la hace mucho más vulnerable entre el caos del tráfico ante vehículos de mayor envergadura y conductores poco empáticos.
Además, hay un elemento adicional más: los peatones. Muchas veces como peatones nos fijamos en lo que oímos y, o no miramos con atención, o si no oímos nada directamente ni siquiera miramos y cruzamos sin más. Nos fiamos de un truco tradicional: «oír el ruido del motor». Sin embargo, eso es algo que ha cambiado. Cada vez hay más vehículos eléctricos en las ciudades y especialmente más motos eléctricas. Las motos eléctricas son silenciosas y esto es un elemento adicional de peligro. Al no oír nada, (motos eléctricas silenciosas en las que no se escucha el motor), es habitual que los peatones crucen sin mirar.
Por eso, conducir una moto eléctrica es más difícil que conducir una moto con motor de combustión. O, al menos, puede llegar a ser mucho más peligroso en la jungla del tráfico, tanto con peatones como con otros conductores, porque como las motos eléctricas son silenciosas y carecen del elemento de seguridad que constituye el sonido del motor, ni las oímos ni las vemos.
Por eso, te recomendamos que extremes las precauciones mientras conduces una moto eléctrica y que también lo tengas en cuenta cuando seas peatón o conduzcas otro vehículo. Porque, aunque no lo oigas, puedes tener justo al lado un vehículo eléctrico. Esfuérzate en mirar bien.
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