Qué aseguradora paga la factura de un accidente

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Aunque pueda parecer que tenemos claro quién debe pagar un siniestro, esto no siempre es tan evidente como puede parecer. Existen algunos elementos a tener en cuenta, fundamentalmente, los propios convenios establecidos por las aseguradoras a tal efecto.

Cuando iniciamos un trámite de comunicación de un siniestro, los elementos más relevantes, de manera inmediata, son los posibles daños a terceros. Daños que pueden ser tanto pasajeros, como causados fuera del vehículo propio. En este caso, el tipo de seguro que tengas será clave para determinar la indemnización que recibes y cuándo la recibes. En este enlace puedes encontrar los que mejor se adaptan a ti.

El daño a terceros

Debemos distinguir dos grandes grupos. En primer lugar en relación a terceros sin implicación de otro vehículo. Cuando esto ocurre, todos los daños personales causados a terceros deben ser atendidos por la propia compañía aseguradora. Esto es parte de lo que se entiende como principio de culpa objetiva.

En el caso de los daños materiales, sin embargo, es diferente. Aquí se incluyen elementos como la posible culpabilidad del conductor en el momento del accidente. Esto debe quedar demostrado antes de determinar la responsabilidad final, y por tanto la entrada en función de las coberturas del seguro.

Hay que tener claro que todos los seguros de vehículos en el ámbito de la Unión Europea conllevan la obligatoriedad de poseer responsabilidad civil de conductor culpable. Esto supone cobertura para el año a personas, y también para daños materiales.

A fin de facilitar la relación entre las aseguradoras a la hora de afrontar un siniestro, entran en juego el convenio CIDE y el convenio ASCIDE.

Convenio Cide Ascide

Se trata de un convenio establecido para determinar la culpabilidad en un siniestro. La mayoría de aseguradoras que operan en nuestro país se encuentran integradas en estos convenios. Consulta en este enlace el listado de aseguradoras asociadas a los convenios CIDE ASCIDE.

La aplicación parte de una serie de parámetros que, realmente, son los mismos que aparecen en la declaración amistosa de accidente.

En estos convenios, también, pueden incorporarse otros parámetros en caso de versiones contradictorias que no recurran al parte amistoso. De este modo, son esos parámetros los que deciden la culpabilidad de uno u otro conductor. Y por tanto, los que determinan que las aseguradoras asuman los gastos.

El sistema puede incurrir en algunos errores, pero, el volumen de acuerdos que se realizan al año, y que resultan acertados, compensa de largo los posibles errores de interpretación, que además, no afectan al conductor, en todo caso a la aseguradora a la hora de hacer frente a los gastos.

Es también en estos convenios donde encontramos la forma de asumir la responsabilidad civil en lo que a daños a personas se refiere. Estos gastos son asumidos por la compañía del conductor culpable y se realiza a través de baremos, aunque puede depender en caso de intervención judicial.

En el caso de importes relativos a daños materiales, la aseguradora del conductor culpable es la que asume los costes a partir de la aplicación de una serie de módulos. Estos módulos son cantidades fijas base que van aumentando y disminuyendo, y que son independientes en principio de los daños causados.

Es interesante, también, saber que a través de este convenio, los gastos sanitarios y de sepelio pueden ser pagados por cada compañía para los ocupantes de sus vehículos, y para aquellas personas que no viajasen los vehículos a las que se causado un daño de forma directa, pero sin culpa.

Cuando se realizan estudios particulares del accidente

Aunque la declaración de parte amistoso ha venido a agilizar los trámites a la hora del siniestro, existe otro tipo de escenarios en los que las partes no se ponen de acuerdo sobre la culpabilidad del siniestro.

También, puede darse la situación de la implicación de más de dos vehículos en un mismo accidente, en el que no se clarifique de manera concluyente la culpabilidad. En este caso puede  recurrirse al estudio particular del siniestro. Es un formato cada vez más en desuso, ya que, supone un gasto importante, y en muchas ocasiones un perjuicio para las partes por la duración de los procesos.

Cuando se realizan este tipo de análisis individuales de un siniestro, es la propia compañía del conductor culpable en la que correrá con todos los gastos. Esto puede significar, por ejemplo, que si no tenemos razón, acabemos asumiendo los propios gastos de asistencia. Sin embargo, como de costumbre, la recomendación básica es leer bien la letra pequeña de nuestro seguro para entender lo que estamos contratando.

En Motopoliza.com somos corredores y estaremos encantados de acompañarte durante todo este proceso para proteger tus intereses y que no te quede duda alguna.

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